martes, 10 de marzo de 2015

HISTORIA DE LA INJERENCIA GRINGA 

IMPERIALISTA EN VENEZUELA HASTA NUESTROS DÍAS



Esta historia se inicia en 1.817 cuando se capturan dos embarcaciones de bandera estadounidense, por haber burlado el bloqueo que se tenía a la entrada y recorrido del río Orinoco, y por estar los dos navíos cargados con armas y pertrechos para surtir a las tropas españolas. 

Bolívar considera procedente la retención de las dos goletas y su cargamento de armas, sostiene que no existía discusión posible, por la circunstancia de haber traído armas para el enemigo y de esta manera colocarse en posición beligerante, anulando la calidad de neutralidad en que se declaró el gobierno de los Estados Unidos en el conflicto entre España y Venezuela.

Bolívar mantiene firme la decisión de no liberar las dos goletas y de una manera enfática se lo hace saber a Mr. Irvine  (enviado especial de los gringos) quien en varias oportunidades insiste en referirse al tema, por lo que Bolívar le pide al Agente gringo que no insista más sobre el caso, quedando las dos goletas en poder del ejercito libertador. 
La correspondencia entre Bolívar e Irvine es el primer enfrentamiento entre un país latinoamericano con los Estados Unidos. La altura intelectual de Bolívar, el conocimiento de las relaciones internacionales y del Derecho de gentes, colocan en su lugar al agente de U.S.A. Irvine utiliza el lenguaje de la escuela de Washington; prepotencia, desconocimiento, mentira, falsa ironía y desvío de los problemas que trata el asunto aludido.

El Congreso de Angostura en febrero de 1.819 había designado a Simón Bolívar Presidente de Venezuela y al colombiano Francisco Antonio Zea, Vicepresidente, de manera que cuando Bolívar sale para Casanare en el mes de Mayo deja encargado del Poder Ejecutivo al Vicepresidente. A finales del mes de Julio Zea, sin consultar con nadie, entrega a los Estados Unidos las dos goletas, esta acción le trae grave consecuencia, puesto que por ello y otros desaciertos se provoca el primer golpe de estado que sufre la república venezolana y el general Arismendi asume el poder.

Simón Bolívar se presenta ante el Congreso y rinde informe de su gestión, en una parte de éste dice: “Cuatro batallas campales ganadas, cuatro millones de hombres devueltos a la libertad y cuatro millones en las cajas del ejército, tal ha sido el motivo de mi ausencia” Inmediatamente el general Arismendi, presente en la reunión, se levanta y responde: “Jamás podremos recompensar dignamente a un héroe que nos ha dado patria, vida y libertad”. 

El Libertador tenía una sólida visión sobre Estados Unidos, Si algo legó el Libertador Bolívar fue avizorar lo que sería Estado Unidos para la América. Ciertamente, ha sido y sigue siendo para venezolanos y latinoamericanos una gran verdad, es decir, que esa nación se convertiría en una amenaza para los habitantes de Centroamérica, el Caribe y el continente suramericano, porque no es secreto alguno que los líderes de esa nación se han caracterizado por intentar manejar no solo los destinos de nuestros países sino nuestros recursos, para lo cual se han valido de todas las triquiñuelas posibles.
El Congreso Anfictiónico de Panamá se inauguró el 22 de junio de 1826, cuando ya los caudillos, con suprema ambición de mando nacional, no mostraban casi ningún interés por la unión internacional de los estados latinoamericanos y, mucho menos, por la integración de los pueblos de la América Meridional. A las clases y sectores populares carentes de medios de producción o de bienes para una subsistencia digna poco les importaba la unión o desunión, siempre y cuando hubiera política que contribuyera a la solución de sus más urgentes necesidades materiales. Esta era la verdad en ese tiempo, porque de haberles interesado la idea del Libertador, nadie debería dudar de las revueltas que se hubiesen producido en apoyo al gran conductor de naciones y pueblos, Simón Bolívar.  
Para Bolívar, la independencia de una nación no podía interpretarse sin la independencia de otras naciones; es decir, sin la lucha internacional y solidaria por el objetivo común, la estrategia de un mismo fin. Bolívar había previsto dadas las características como nacía EE.UU., con una amplia economía, “la formación de un imperio para someter a su designio al resto de las naciones del continente americano. De allí su interés y la lucha por la unidad latinoamericana, mientras que la dirigencia política gobernante de Estado Unidos lo hacía por la división, la desunión de nuestros países y pueblos, para así coronar su reinado imperialista. Y en América Latina no faltaban los lacayos de las autoridades gringas. 

Si revisamos el rol de la injerencia de los Estados Unidos en nuestro continente suramericano, habría que escribir mucho, de modo que nos limitamos con citar un solo ejemplo, como es el caso de Cuba, nación que viene soportando un inmoral asedio por parte del imperialismo estadounidense, a punto que éste país de origen anglosajón, que se encuentra en una devastadora crisis económica, piensa invertir cerca de 200 millones de dólares en planes contra la revolución cubana, intentando, como siempre ha hecho crear un desequilibrio en la sociedad de la isla del prócer Martí.

Otro momento de injerencia gringa en VENEZUELA es el apoyo a Juan Vicente Gómez para  sacar del poder a Cipriano Castro, con el fin de tener una ficha que les permitiera el otorgamiento de las primeras CONCESIONES PETROLERAS. 

Después la mano de los gringos está de nuevo metida hasta los codos en el derrocamiento del General Isaías Medina Angarita, por haber impulsado una ley de Hidrocaburos que a los gringos no les gustó.

En el gobierno de Marcos Pérez Jiménez lo apoya desde sus inicios y al cuadrar con los pitiyanquis del PACTO DE NUEVA YORK que es refrendado con el PUNTO FIJO (AD, COPEI, URD), lo sacan del poder. 

En el período llamado DEMOCRÁTICO, es la injerencia gringa la dicta la política defensa (asesinatos, desaperecidos), también dicta la política económica (sustitución de importaciones, exportación de petroleo a precios irrisorios, el país es exportador de materias primas).
  
La historia se repite cada cierto tiempo. La teoría de Monroe, “América para los Americanos”...(gringos), madre de la OEA, distante de la realidad y el pensamiento de los pueblos latinoamericanos, arraigada en el neocolonialismo y pensamiento anti bolivariano panamericanista que alertó el propio Bolívar: “Los EEUU parecen destinados por la providencia, a plagar la América de miseria en nombre de la libertad”. 

A partir de los triunfos electorales de sectores de izquierda y progresistas en América Latina, se imprimen e intensifican espacios y vocerías para aplicar lo que en los 60 se llamó “Marcartismo”, teoría repudiable ideada por el Senador Mc Carthy que se convierte en persecución y cacería de “brujas” contra sectores de la izquierda y la visión progresista patriótica de América Latina. 

Las concepciones revolucionarias de Bolívar encontraron resistencia en algunos de sus colaboradores, entre ellos Santander, que fue reflejo fiel del espíritu legalista. Para él, un proceso revolucionario no hubiera sido jamás producto de un ideal popular, sino el resultado de una disposición jurídica. Obstaculizó a Bolívar con este leguleyismo mientras convino a sus apetencias personales de poder. Tan pronto aspiró a la Presidencia de Colombia lo echó todo por la borda. Su fetichismo legalista fue suplantado por toda clase de maniobras, conspiraciones, acuerdos y componendas para salir airoso. 

Santander no era la persona política más idónea para dar curso de alto vuelo al proyectado Congreso Anfictiónico de Panamá. Desde época bien temprana, comenzó Santander a reiterar sus simpatías por el Gobierno de los Estados Unidos. No era de extrañar entonces, el cambio en la composición de los integrantes del Congreso de Panamá, sacándola del ámbito exclusivamente hispanoamericano planteado por el Libertador Simón Bolívar. Debido a reiteradas traiciones, Bolívar salió airoso en muchas oportunidades de atentados donde estuvo a punto de morir en Colombia, suerte que no fue igual para el Mariscal Sucre que murió asesinado en Berruecos. 

Barack Obama, afrodescendiente, hijo de una norteamericana y un keniano, ha declarado en un mensaje imperialista su apego y afinidad a la “Teoría Monroe”, interventora, colonialista, alejada de la unión latinoamericana, alimentada por el lacayismo del gobierno colombiano y países latinoamericanos arrodillados “a las entrañas del monstruo” como dijera José Martí. El mensaje contra Venezuela ha sido anunciado, vuelos por “error” en el Caribe con la cuarta flota norteamericana rondando, guerra asimétrica de cuarta generación, informes desviados en conspiraciones mediáticas internacionales, recursos de la CIA, guarimbas y el plan territorial de la “media luna en el occidente Venezuela” son reflejos del plan. 

Mientras el petróleo siga en ascenso, las convulsiones alimentarias hagan estragos en el mundo y el cambio climático envíe mensajes a la humanidad, los gringos intensificarán su agresión contra los latinoamericanos, Obama acaba de advertir: “América para los Americanos”...(gringos) para eso, el plan Uribush trabaja aceleradamente...Alí cantó a Luther King ¡Black Power!...Alí cantó a los imperialistas: ¡gringo, go home!

Es a este

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